Saralyssa, la artesana

lunes, 19 de agosto de 2013

La historia de uno de mis personajes para "Changeling: the Dreaming". 

¿En serio me estás preguntando que qué soy? Créeme, mejor que no lo sepas. No, no es que sea algo malo, sino que no lo asimilarías. Es más: si te lo demuestro, se te terminará olvidando. No, no, simplemente ocurrirá. Aunque tomes nota de todo lo que veas, cuando te despiertes todo desaparecerá. ¿Insistes? Está bien, ahí voy. Soy una fae encarnada en un cuerpo humano. Sí, sí, fae. Un hada. ¿Ves? Si ya te dije que no me creerías.
Mi nombre mortal es Sarah Faresin. Para los que son como yo prefiero ser Saralyssa. Rompí mi crisálida a los cuatro años, cuando iba en el coche de mis padres y tuvimos un accidente. Ellos murieron en el acto y yo no sólo quedé huérfana sino que algo en mí era diferente: había despertado como changeling, nombre con el que se nos conoce a los que son como yo. Por suerte, otro de los míos fue consciente de lo que había ocurrido y me acogió. Se convirtió en mi tutora, me explicó la situación y me enseñó todo lo que sé. Su nombre es Adelaida Marconi. Trabajo con ella en la juguetería, todo el género que vendemos es manufacturado por nosotras. Ella es extremadamente exigente, tiene pocas palabras amables conmigo y muy pocos cumplidos con nadie, pero es buena maestra. Su firmeza me ha hecho llegar a donde estoy. Ha empezado a dejarme hacer parte de sus encargos, eso significa que está satisfecha con mis avances.
Tampoco puedo olvidarme de Binky, mi compañero quimérico. Sí, la bolita dorada con dientes que aletea en mi cabeza. Es adorable, ¿verdad? Recuerdo poco, pero sé que siempre ha estado conmigo a lo largo de mis reencarnaciones. Con distinta forma, puesto que es una de sus habilidades, pero siempre conmigo. Me protege y me obedece. Es muy importante para mí. Quién sabe si él fue realmente la razón por la cual yo no morí en ese accidente. Tengo ese día en blanco y no demasiado interés en recordarlo. Aunque quisiera, no estoy segura de que pudiera.
Mis aspiraciones en la vida no son complejas. Siempre he querido hacer cosas más allá de aprender a bailar o a tocar música. Por falta de tiempo, nunca pude refinar ninguna de las dos. Se me da mejor pintar y tallar, hacer planos y montar engranajes. Después de todo, soy una artesana.
También me gusta la comida. No me refiero en cantidad, pero sí encontrar nuevos sabores y platos que me agraden, especialmente postres. A veces he tratado de prepararlos yo misma pero… En fin, digamos que no es uno de mis talentos. Mi cocina nunca volvió a ser la misma. Así que prefiero dejarles las obras maestras culinarias a personas como Glido, otro conocido fae, que hacen maravillas sin esfuerzo y pasarme a la cocina precocinada. Por cierto, ten cuidado si alguna vez te da a probar alguno de sus vinos. Puede que no te levantes en unos cuantos días.
Se me dan bien los niños. Me agrada su compañía y se me hace más fácil tratar con ellos que con los adultos, lo cual hace que llevar la juguetería sea bastante ameno. Me resulta más sencillo crear cosas. No sé si es porque me recuerdan a mí misma o por algo más profundo. Adelaida no ha sido nunca especialmente afectiva, quizá eso me haga canalizar ese sentimiento hacia los críos que pasan por la tienda y en los eventos que realizamos en ella para promocionarnos de cuando en cuando.  
No soy una persona social. No se me da especialmente bien tratar con las personas ni acercarme a ellas. Tampoco me gusta demostrar abiertamente lo que siento. Me hace sentir vulnerable. Trato de no aferrarme emocionalmente a nada, aunque pocas veces me sale bien, y mi carácter hace que tenga pocos amigos. Al parecer es algo que viene de serie con mi linaje. Cuando me ha gustado algún chico, siempre conseguía espantarles por mi forma de ser o no sabía cómo acercarme. Muchos pensaban que era rara. Así que era más fácil no mostrar la verdad, al menos en sentimientos realmente importantes.
Soy una persona a la que no le cuesta sonreír por cosas sencillas, pero sí por las complejas. Además éstas se pueden evaporar enseguida... De esta forma, si me dicen alguna vez que estoy enamorada, mentiré. Así siempre es más sencillo. Con suerte, igual hasta me lo termino creyendo yo también.
Bien, de momento esto es todo lo que puedo contarte. De todas formas, mañana no te acordarás de nada. Sí, es hora de que me vaya. Que descanses. 

Read more...

La Sombra del Cuervo

«En cierto modo, soy un Supermán clandestino vestido de negro que no vende periódicos y sin interés alguno en encontrar a Loise

Herederos de la Sangre

«¿Sabes qué, Raven? Ya no vamos a seguir huyendo, ni a escondernos como ratas. Ha llegado nuestro momento. Es hora de reunir a la familia

Los lazos perdidos

«¿Que qué voy a hacer cuando, tras tantos años, de nuevo la tenga delante? No tengo la menor idea. Sólo estoy seguro de una cosa: busca venganza. Vendrá a por mí

  © Blogger template The Professional Template II by Ourblogtemplates.com 2009

Back to TOP